Las fibras y tejidos de poliéster se han utilizado ampliamente en la confección de ropa, decoración del hogar, accesorios y aplicaciones industriales. En el ámbito de la ropa, la capa de poliéster puede emplearse en camisas, vestidos, chaquetas, ropa deportiva, uniformes de trabajo, ropa interior, trajes de baño, sombreros, bufandas, guantes y cintas para la cabeza. Hogar y Estilo de Vida, artículos de poliéster encontrados en el hogar incluyen ropa de cama (sábanas, fundas de almohada, mantas y edredones), cortinas, tapicería (funda de sofá, cojines y relleno de colchones), manteles, alfombras, toallas de microfibra, así como relleno de fibra utilizado para rellenar almohadones, juguetes, edredones, además de alfombrillas para ratón y esterillas suaves fabricadas con material de relleno de fibra de poliéster. En la industria y la tecnología, el poliéster puede usarse en alfombras automotrices, fundas para asientos, cintas transportadoras, cuerdas industriales y materiales de refuerzo, así como en cintas transportadoras, cuerdas industriales y materiales de refuerzo. El poliéster se utiliza en aplicaciones especiales y artesanías, como películas dieléctricas empleadas en botellas plásticas y productos electrónicos. Además, en impermeables, bolsas reutilizables, juguetes de peluche, ornamentos, se requiere fibra de poliéster.

Reciclaje
El reciclaje de poliéster se divide en mecánico y químico. El reciclaje mecánico requiere fundir la forma líquida del material de poliéster (generalmente en textiles usados o botellas de plástico) y luego enfriar, solidificar y procesar en partículas, las cuales pueden ser hiladas nuevamente en fibras nuevas. El reciclaje químico utiliza poliéster para descomponerlo en sus monómeros constituyentes, como la glicólisis o la hidrólisis. El reciclaje químico puede ser más complejo y costoso que el mecánico, pero realiza un proceso ecológicamente amigable para separar eficazmente el poliéster de la mezcla de algodón, y ambas fibras pueden reutilizarse.